Hace unos meses, desde Travelgenio nos embarcamos en un avión de airberlin para conocer la capital alemana. Mientras íbamos sentados en el avión, que salió puntual del aeropuerto de Madrid Barajas, íbamos pensando en qué podríamos esperar de una ciudad que ha sido mil veces comentada, cuya historia reciente está en la mente de cualquiera y cuyos monumentos han sido fotografiados miles de veces. El problema es ese, que muchas veces, de tanto haber visto una ciudad en las pantallas o en los medios, parece que la conocemos y puede llegar a defraudar. En esto estábamos cuando llegó el sandwich con el que airberlín premia a sus pasajeros.
Aterrizados en el Berlín Tegel a la hora, daba comienzo la aventura por tierras alemanas. Travelgenio ya estaba allí, Berlín nos esperaba y teníamos muchas ganas de ir a su encuentro. Comenzamos con una cena en un restaurante que estaba cerca del hotel donde nos alojaríamos, el NH Friedrichstrasse, el Tucholsky, donde pudimos empezar a degustar la típica comida alemana en una terraza que haría las delicias de cualquiera.
Foto: El Berlin de Travelgenio con Airberlin by travelgenio.es
Al día siguiente, comenzaba de verdad la visita a Berlín. Con una guía española, recorrimos a pie prácticamente todo el centro de la ciudad, viendo, nada más salir del metro, la Torre de la Televisión de la Alexander Platz. Impacta su altura, desde luego, ya que con 365 metros a los que se suman 3 de la antena, no puede dejar indiferente a nadie. En esa misma plaza ya empezamos a rememorar su historia más reciente, cuando Berlín quedó reducida a escombros en la II Guerra Mundial y las llamadas Señoras de la Guerra limpiaron y amontonaron todo para después poder volver a utilizarlo. Mentalidad germana, práctica, útil y, sobre todo, valiente y luchadora.
El Barrio de San Nicolás nos habla de los orígenes de la ciudad, presididos por lo que antes fueran las caballerizas reales y que hoy emerge como Universidad de la Música. Y de ahí, a tan sólo unos pasos, hasta la Isla de los Museos. Si hay algo que desde Travelgenio tenemos claro, es que Berlín es mucho más que sólo sus edificios (imponentes y bellos prácticamente todos ellos), es ese espíritu emprendedor, trabajador e incluso a veces contradictorio. Tras derruir el Palacio Real de la Dinastía de Hohenlohe en 1951, levantaron el Parlamento de la RDA, que acabó siendo una asociación cultural para los berlineses, pero no quedó ahí, ya que lo volvieron a desmontar, pieza por pieza hasta 2008 para volver a reconstruir lo que volverá a ser el Palacio Real, para alegría de los nostálgicos.
Foto: El Berlin de Travelgenio con Airberlin by travelgenio.es
Pero Berlín vive del turismo, sin ello apenas tendría ingresos y, sabiéndolo como lo saben, buscan también la colaboración de todos, berlineses, turistas y empresas, para sufragar los gastos de lo que será su gran proyecto. Llegar a la Gendermemarkt, tras pasar por la Imperial Unter den Linden, coronada por las dos iglesias gemelas es ver la grandeza de la ciudad con mayúsculas. Y de ahí, también caminando, al CheckPoint Charlie, donde volver a la época del muro, se convierte en una realidad y da paso a lo que fue la Alemania Occidental. El Muro, algo que hay que ver al menos una vez en la vida. Su altura, sus representaciones, su simbolismo, desde luego es de las visitas más silenciosas que hemos hecho por lo que ello significaba. No cuesta ponerse en la piel de otro. No cuesta imaginarse a familias separadas. No cuesta nada, lo que cuesta en entenderlo en muchos casos.
¿Qué más ver en esta ciudad? Mucho, Berlín tiene mucho que ofrecer. Llegar a la Puerta de Brandemburgo, aunque se haya visto por televisión mil veces, deja sin aliento, pero si hay algo que impresiona, o por lo menos a nosotros nos pasó, es el Reichstag. Imponente se alza uno de los órganos de gobierno más importantes de la que hoy es también capital europea. Paseando de nuevo, se llega al Memorial del Holocausto. Tremendas moles, gris y triste por lo que simboliza también, muy triste. Berlín siente, Berlín recuerda, aunque sea en silencio.
Foto: El Berlin de Travelgenio con Airberlin by travelgenio.es
Pero para ver realmente al alemán de a pie y sus costumbres, nada como acercarse a la Potsdamer Platz, su centro financiero, donde se palpa la actividad real de los berlineses. Desde luego, a nosotros nos conquistó y ya estamos deseando volver a la capital alemana. La experiencia con airberlin no pudo ser mejor y la ciudad nos atrapó desde que la pisamos por primera vez. Una de las capitales europeas con más posibilidades, más cosas por contar y más encanto.
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