Situada en la Costa de la Luz y en la denominada “Ruta del Vino”, Chiclana de la Frontera es una bella y turística localidad de la provincia de Cádiz (Andalucía). Pertenece a la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz, y posee unas magníficas playas, un interesante patrimonio monumental y cultural, una deliciosa gastronomía y numerosas ofertas de ocio.
A Chiclana pertenece Sancti Petri, un islote rodeado de mar y marismas que alberga el castillo de igual nombre, declarado Bien de Interés Cultural, y un antiguo poblado marinero en ruinas. Hoy en día se está estudiando su reconstrucción para que recupere su valor sociocultural y ambiental.
Además, Chiclana cuenta con una gran urbanización de más de 4.000 hectáreas llamada Novo Sancti Petri. Está situada junto a la espléndida playa de La Barrosa y rodeada de pinares.
El clima de Chiclana
Chiclana posee un clima atlántico muy suave, disfrutando de más de 3.200 horas de sol al año. Su término municipal alcanza una temperatura media anual de 18,6 grados centígrados. En verano la media sube hasta los 22 grados, y en invierno no suele bajar de los 10 grados.
En lo referente a las precipitaciones, en Chiclana se recoge una media anual de 684 mm, aunque, como sucede en muchos lugares de España, esta cantidad ha ido disminuyendo en los últimos años. Resulta bastante habitual que la zona sufra sequía durante los meses de verano.
Qué ver en Chiclana
Chiclana posee un excelente patrimonio histórico-monumental, tanto en obra civil como religiosa. Dentro de los edificios religiosos sobresalen las iglesias de la Santísima Trinidad (siglo XVII), de San Sebastián (siglo XVI) y de San Juan Bautista (siglo XVIII). Resultan también muy interesantes la capilla del Santo Cristo (siglo XV), el convento de Jesús Nazareno (siglo XVII) y la ermita de Santa Ana (siglo XVIII).
En el capítulo de arquitectura civil, señalar edificios como las torres defensivas Bermeja y del Puerco (siglo XVI), y la Torre del Reloj (siglo XVIII). Llama la atención la Casa Consistorial, que fue construida sobre la casa-palacio de don Alejandro Risso en el siglo XVIII.
En Chiclana cuentan con otras casas-palacios, como la del Conde de Torres y la del Conde del Pinar, ambas del siglo XVIII, o la de las Cinco Torres (siglo XIX). Y no hay que dejar de recorrer el casco antiguo de Chiclana, que ha sido declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía.
En el islote de Sancti Petri se pueden visitar el castillo y el faro homónimos, ambos del siglo XVII.
Comer y dormir en Chiclana
Como localidad turística que es, Chiclana posee una magnífica oferta hotelera. La mayor parte de los alojamientos se encuentran en la urbanización Novo Sancti Petri.
Entre los hoteles de cinco estrellas se encuentran el Barceló Sancti Petri, el Hipotels Complejo Barrosa o el Meliá Sancti Petri. Por su parte, la oferta de hoteles de cuatro estrellas está formada por el Aparthotel Tartessus Sancti Petri, el hotel Valentín Sancti Petri, el Iberostar Andalucía Playa o el Vincci Costa Golf.
Dentro de la categoría más económica de hoteles de tres estrellas, o menos, se hallan el hotel Alborán Chiclana, el aparthotel Las Dunas, el Marisma Sancti Petri, el hotel Cortijo Los Gallos, el hostal Villa, el hostal El Campanario o el Hotel Escuela Fuentemar.
Respecto a la gastronomía, en Chiclana se disfruta de la magnífica cocina tradicional en la provincia de Cádiz, y más exactamente de la gastronomía de las zonas costeras. Chiclana es famosa por sus excelentes pescados y mariscos, presentes en platos tan típicos como el pescaito frito, el bienmesabe, las tortillas de camarones o el pescado a la teja.
De esta zona es la estupenda charcutería de Chiclana, donde encontramos la butifarra chiclanera y los chicharrones. Típicos son también, en el apartado de los dulces, las Campanas de Santa Ana, los rosquetes de Semana Santa o las tortas de almendra.
La oferta turística de Chiclana
El viajero que llegue a Chiclana se verá gratamente sorprendido por lo bonita que es esta localidad y lo cuidada que está. A ello se une su magnífica oferta playera, que incluye los arenales de La Barrosa y Sancti Petri. La oferta se completa con su interesante patrimonio monumental, su legado cultural, su deliciosa y mediterránea gastronomía y sus excelentes vinos.
La oferta de alojamiento está asegurada gracias a las numerosas propuestas que existen tanto en la urbanización Novo Sancti Petri como en Chiclana, y también cuentan con un gran número de restaurantes, bares, locales de copas, tiendas y otras infraestructuras.
Otro valor añadido son sus tres campos de golf, además de la posibilidad de poder practicar otros deportes y actividades como el paddle, los paseos a caballo, las rutas en bicicleta o deportes acuáticos como el windsurf y el kitesurf.
Para los que prefieren el contacto con la naturaleza, el Paraje Natural de las Marismas de Sancti-Petri es una excelente opción, 170 hectáreas de marisma natural de gran riqueza biológica. También podrán descubrir las lagunas de Jeli y de Montellano, 49 hectáreas protegidas que albergan una gran diversidad de aves acuáticas.
Chiclana es un destino especialmente recomendado para los meses de verano, pero por su suave clima puede disfrutarse durante cualquier época del año.
Créditos del artículo
Belén Valdehita, responsable del blog “Viajes para toda una vida” http://viajesparatodaunavida.blogspot.com.es/
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