La ciudad de Badajoz, en Extremadura, es una de esas villas que puede presumir de poseer un ilustre pasado histórico y cultural. De origen musulmán, su antigüedad se remonta a 12 siglos atrás, y por ella han pasado, además de los árabes, los romanos o los visigodos, entre otras civilizaciones.
Su término municipal linda con Portugal, y el casco urbano de la localidad se encuentra a sólo un kilómetro de la frontera lusa. Posee una población de algo más de 140.000 habitantes, siendo el centro comercial y financiero de toda la provincia.
A pesar del paso continuado a lo largo de los siglos de diferentes culturas, la actual Badajoz no posee un gran patrimonio monumental, lo que no quiere decir que carezca de él. Otro de sus atractivos más destacados son sus habitantes, amables hasta la saciedad y siempre dispuestos para informar a los viajeros.
El clima de Badajoz
La cercanía de la costa portuguesa proporciona a Badajoz un clima mediterráneo continentalizado con influencia atlántica. Posee unos inviernos muy suaves, y unos veranos realmente calurosos, que no suelen invitar a pasear por sus calles.
En los meses invernales las temperaturas mínimas rara vez bajan de los 0 grados centígrados, siendo una época muy agradable para visitar la ciudad. También lo es la primavera, mientras que el otoño resulta la estación más inestable del año. En esta estación son frecuentes las tormentas, a menudo secas, y la aparición de nieblas. Pero, sin duda, la época menos recomendable para viajar a Badajoz es la estival, con máximas que suelen estar en torno a los 45 grados.
El patrimonio monumental de Badajoz
Durante su pasado, Badajoz fue una plaza fuerte. De las guerras y contiendas que vivió la villa aún conserva diversas torres, puertas, puentes o murallas, además de contar con bellas iglesias y con su catedral, muy sobria en el exterior pero llena de tesoros en su interior.
La ciudad de Badajoz se encuentra dividida en dos zonas, la del Campo de San Juan y la de San Andrés. La zona del Campo es la más antigua, y en ella se encuentran interesantes monumentos, como la catedral, del siglo XIII, o el Palacio Municipal, del siglo XVIII.
Por su parte, la zona de San Andrés es la más moderna del Badajoz antiguo, y en ella se pueden recorrer lugares de interés como la decimonónica Plaza de Cervantes, donde destaca un monumento a Francisco de Zurbarán.
Otros monumentos y lugares señalados de Badajoz son la Alcazaba Árabe, que fue declarada Monumento Histórico Artístico en el año 1931; la Torre de Espantaperros, que posee planta octogonal y tiene más de 30 metros de altura; la Puerta de Palmas, del siglo XVI; la Giralda de Badajoz o Giraldilla, el cementerio de San Juan, la ermita de los Pajaritos y la Plaza Alta.
Comer y dormir en Badajoz
Badajoz es un lugar ideal para disfrutar de la buena gastronomía, sencilla pero deliciosa. En su cocina se utilizan carnes de primera calidad, tanto de procedentes de su excelente ganado como de la caza, además de contar con soberbios jamones ibéricos, pescados, verduras y frutas.
Entre los mejores restaurantes de Badajoz están el Aldebarán, gestionado por el prestigioso chef Fernando Barcenas; el La Toja y Los Monjes, ambos dedicados a la cocina tradicional; el Cinamomo, de cocina moderna, o el Monasterio de Rocamador, un hotel-restaurante ubicado en un antiguo monasterio del siglo XVI.
También encontramos en Badajoz florecientes bodegas extremeñas, que actualmente elaboran vinos de gran calidad. Es lógico, ya que la ciudad se halla en una de las zonas vitícolas con más futuro de España.
En cuanto al alojamiento, Badajoz cuenta con algunos hoteles de cuatro estrellas, como el Hotel Monasterio de Rocamador, el Barceló Zurbarán (en el centro de Badajoz) o el Confortel Badajoz, muy cerca del campo de golf.
En la categoría de tres y dos estrellas se encuentran el Aparthotel Ascarza Badajoz, el Sercotel Río Badajoz, el Lisboa, el Brasa, el Santa Beatriz, el Condedu, el San Marcos, el Cervantes y el Góngora.
La oferta turística de Badajoz
Badajoz es una ciudad muy acogedora, tanto por su tamaño como por la amabilidad de sus gentes. Además posee un interesante patrimonio histórico y cultural, además de una excelente oferta de restauración.
Para los viajeros que aman la naturaleza, en los alrededores de la ciudad se hallan dos preciosos espacios naturales: el encinar de Tres Arroyos y el Manantío.
En el capítulo de las compras, imprescindible adquirir vinos de la zona con D. O. Ribera del Guadiana, quesos "Torta del Casar", aceite de oliva de Monterrubio, jamones serranos de la Dehesa o dulces y pasteles de la región.
Otros puntos de interés turístico en Badajoz son el Gran Casino de Extremadura, el Parque Acuático Lusiberia, los museos MEIAC, Catedralicio, Arqueológico, de Bellas Artes o del Carnaval, y el Campo de Golf, diseñado por el golfista José Mª Cañizares.
Créditos del artículo
Belén Valdehita, responsable del blog “Viajes para toda una vida” http://viajesparatodaunavida.blogspot.com.es/
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